viernes, 1 de agosto de 2008

Para Yanilita


Hola Yanira:

Hoy te dedico a mi blog porque estoy seguro de que, desgraciadamente, serás la única persona que va a entrar a leerlo.
Ayer entré en el blog de Angel y me sorprendió un artículo que él había escrito hacía unos días donde contaba sus comienzos en DISA: empezó cuando era niño haciendo trabajos simples (hacer recados, vaciar escupideras... je, je, etc.) y como sabes terminó siendo un valioso empleado, con una buena posición y por lo que se ve, también con un buen sueldo. Hablaba también en ese artículo de su amistad y del cariño que tenía a algunos de sus compañeros que le enseñaron su profesión y le ayudaron a prosperar en su carrera.
Esto te lo cuento porque he estado pensando que este mismo caso le pasó a Papá, a Diego y a mucha gente que antes entraba a trabajar en un oficio sin tener ninguna idea o experiencia, y con los años podía llegar a tener unas condiciones laborales óptimas, con un buen horario y un sueldo con el que se podía mantener a una familia numerosa. Si no te metías en follones de drogas, vicios, y movidas ilegales, podías, en esa época llegar a viejo con una cierta tranquilidad.
Hoy en día, estamos viviendo supuestamente en una época donde prima el bienestar social, a pesar del desempleo y de la crisis, todo el mundo tiene de todo en casa. Sin embargo me he dado cuenta de que lo que pasaba antes, ya no existe. Yo me pasé trece años trabajando en un mismo sitio, y al marcharme, me di cuenta de que no había servido para nada: No conseguí ningún amigo del alma como le pasó a Angel, ni tampoco me sentí en ningún momento valorado como si fuera alguien imprescindible: cada vez que iba a cobrar mi más que merecido sueldo, me hacían sentir que estaba mendigándolo. Esto mismo le ha pasado y le está pasando a mucha gente de mi generación.
No sé por qué se ha llegado a un punto en las empresas, donde se subestima a los empleados y se les trata con desprecio. A lo mejor es por eso por lo que según las estadísticas, un 94% de las empresas que se abren en España no dura más de 3 años.
Más que crisis económica, estamos viviendo desde hace mucho tiempo una crisis humana y espiritual.
Bueno, te dejo que reflexiones sobre este rollo.
Un beso,
Luis

5 comentarios:

Vicky dijo...

Hola Luisillo!,

Soy tu adorable compañerita, vicky la chica..nada era para decirte que me encanta el artículo que acabas de colgar, pienso que hay mucha razón en tus palabras y mucho conocimiento sobre el tema...Deberían leerlo más personas, yo también creo que la clave, bueno, la crisis está en la espiritualidad y en la humanidad...ojalá y la cosa cambie, pienso que hoy en día se le da mucho menos valor a las cosas, eso se ve a simple vista...contra ello no se puede hacer nada, pero si todos ponemos nuestro granito se llegará a algo.
Bueno pues era para eso,pa decirte q me gustó mucho lo q escribiste y q sigas haciendo tu blog tan entretenido..Ahora, te digo una cosa, yo podría hacer publicidad del mío, mejor no ...jajajaj bueno Luiis,en el trnco del oído eh! jaja Muakis.

La benjamina.

yanilita dijo...

Hola Luis!
Gracias por dedicarme hoy a mi el artículo.
Que orgullosa me siento ji ji...
Oye, que bueno eres escribiendo, como se ve, de casta le viene al galgo... (siempre he querido decir esta frase. Es así,no? jua jua)
Es verdad luis, yo opino exactamente lo mismito. Parece que ahora, esto de vivir (en nuestra sociedad capitalista claro)no se puede ni trabajando los dos y metiendo , con lo que ganas, a tur hijos en guardería, clases particulares, comedor, compamentos... No, si al final el más cuerdo es Pedro que dice que no se puede tener hijos... ¿No opinas lo mismo? Muak y a seguir escribiendo. Y tú también benjamina ji ji

Anónimo dijo...

Hola Luis. Me alegro tenerte como competidor en este mundo de "free lancer" como dice Antonio. ¿Que qué significa? Pues supongo que periodista por libre o algo así. Estoy seguro que en el trabajo en la libreria te apreciaban por lo que hacías y por lo que valías -que vales mucho- a lo mejor eera que no te lo demostraban. Adelante sobrino, ¡viento en popa a toda vela!

lorraine dijo...

HOLA LUISILLO!!!!
Cuanta verdad tiene tu artículo, yo pase por una situación similar a la tuya en el único trabajo que he tenido despues de dejar los estudios, un trabajo en el que durante siete largos y maravillosos años dí todo de mí en ese trabajo.Trabajo que por cierto me gustaba mucho, pero como tu muy bien dices para tus jefes simplemente eras una persona que trabajaba para pedir a final de mes tu sueldo como si fuera una limosna, porque en verdad NO ERAN CAPACES DE RECONOCER Y VALORAR TU ESFUERZO Y TU LUCHA DIARIA POR MANTENER SU EMPRESA EN LAS MEJORES CONDICIONES.OJALÁ esta crisis humana cambie o por lo menos mejore.
SALUDITOS.

Profe del Burrero dijo...

Hola Luis,
En parte comparto tu opinión, sin embargo déjame tirarte de las orejas como hacían los profes de antes :-)

Si reflexionas sobre tu propio artículo, caes en el mismo error que los demás. Medimos el éxito por el tamaño de la casa, el número de coches, casas o televisiones que tenemos.

Yo creo que eres un triunfador, tu actitud diaria, tu voluntad de mejora y la limpieza con la que miras las cosas no es de personas que hayan fracasado.

Es cierto de ese fracaso de la sociedad en general, de la falta de profesionalidad en las empresas y del mal aprovechamiento del capital humano.

Pero también es cierto que hay muchas empresas que, más allá de la mirada humana, les interesa el empleado rentable

"…: las consecuencias de la separación de un empleado calificado van mucho más allá de los costos, ciertamente elevados, de contratación y de información de su sucesor… esta separación puede ocasionar el bloqueo de un proyecto o perturbar las sólidas relaciones establecidas con los compañeros de trabajo y los clientes y traducirse en la desaparición de una masa de conocimientos acumulados tras una larga experiencia, lo que constituye un revés grave para una empresa" (Hirschfeld, 2006)